Diciembre 31, 2023



Los días se me fueron como agua entre las manos... y mírame admirarte con tanta ternura y lucidez entre sentimientos que me emborrachan con su intensidad.
365 días y solo sé que los sube y baja de este año han dejado su sonrisa y cicatrices en mi piel húmeda que se estremece al recordar que otro año ya se fue.

He crecido unos días, y me volví una niña con berrinches e inventos por ratos también; perdí el amor más de una vez... porque el amor duele sin saber por qué. Te has de quedar en mi corazón todas las noches de marzo, de abril o talvez de julio, en los calores de septiembre o el frío noviembre, pero en un diciembre por supuesto te recordaré.

Sobre los pies descalzos ya cae un aguaje refrescante al cruzar los caminos que me llevan a la acogedora casa que fue una vez mi mundo feliz, donde conquistaba ejércitos y era militar de las flores y árboles que hoy han de verme con total nostalgia de ver cómo otros 365 días han pasado una vez más.
Bajo este castillo de sentimientos y diáfanos latidos, revíveme con uno de tus besos, con esas caricias que alegran mi corazón.

El próximo diciembre por estos días, estaré agradeciéndole a Dios nuevamente por darnos aquello que tanto yo le pedía, y las cosas que han llegado más para enseñar que para disfrutar. Hoy terminaré amándote, como un día lo hice bajo los hermosos gajos de recuerdos de ayer y, cuando las luces a la media noche brillen y suenen, tu memoria déjame recorrer.








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Hasta pronto